Cuatro escapadas de interior para recibir 2023 de la mejor manera

No sé si el sentimiento es compartido, pero a muchos nos sucede que, en las postrimerías del año, nos dan unas ganas enormes de escaparnos. Puede ser la sobredosis familiar de estas fechas, o el hartazgo de la rutina del resto del año, pero, en contraste con lo feo que está pasar las Navidades sin nuestros allegados, celebrar el Año Nuevo lejos de los familiares está, incluso, de moda. Y a eso vamos, a darles cuatro ideas de escapadas de interior para recibir 2023 como todo un rey. Sin playa, para gozar de los rigores invernales y comer como dios manda. Tapando la lorza es como el descanso se maximiza.

El primer destino es para los que buscan lo mejor sin tener que irse muy lejos. Aunque hace mucho, mucho frío, es un momento bastante bonito para conocer los entresijos de la Castilla y León más profunda. Total, solo hay que llevar ropa encima y saber cuándo guarecerse. La Ruta del Vino de Rueda, una de las 36 que hay en España ahora mismo, nos ofrece un excelente catálogo de experiencias en torno a los excelentes caldos que se hacen en el entorno de Medina del Campo, Tordesillas y otros pequeños municipios vallisoletanos. Castilla Termal Olmedo es, sin duda, un alojamiento perfecto como campamento base para empaparse de
esta cultura vinícola y sibarita. En una preciosa villa amurallada, nos encontramos con este convento del siglo XII, totalmente rehabilitado. La pureza de su agua ya llamaba la atención de los antiguos moradores. Hoy día, declarada minero-medicinales y de utilidad pública, permite al afortunado huésped disfrutar de todas sus propiedades. Hay una piscina interior en la que relajarse es una gozada, y un completo catálogo de tratamientos para borrar el agotamiento que 2022 ha dibujado en nuestro organismo. Fuera, nos aguardan castillos (el de La Mota es simplemente espectacular), villas y mesones totalmente únicos.

Si seguimos con las ganas de turismo rural y con enfoque gourmet, vamos a quedarnos en Castilla, pero esta vez en la parte manchega. Tarancón alberga el hotel Ansares, que a su vez acoge Essentia, uno de los mejores sitios para comer buena carne y embutidos de España. Está en las afueras de la localidad y, además de confortables habitaciones (es un cuatro estrellas),
ha estrenado hace poco una zona wellness, disponible todo el año, que está dotada de piscina climatizada y solárium de techo abatible, baño turco, jacuzzi y gimnasio (con zona cardio y de musculación) en el mismo espacio. Y si se quiere sublimar aún más la hermosura propia, tienen su propio centro de estética, Thalassy Essence, con un montón de tratamientos de belleza y cuidado facial y corporal. Vamos, que vuelve uno a casa como decía Alfonso Guerra que iba a dejar España: no lo reconocerá ni la madre que le dio a luz (por decirlo algo más finamente que él). Por supuesto, hay que disfrutar de Essentia, un restaurante para gozar no solo de la mejor
carne madurada (tienen su propia cámara), sino de excelentes platos de temporada ejecutados con sabiduría por Toño Navarro. ¡Y qué cava manejan! Vinos de guarda, verticales de Pingus o Vega Sicilia, etiquetas curiosas… una gozada.

Para las otras dos escapadas de interior, nos dejamos tentar por Relais & Châteaux, esa asociación hotelera que, por encima del oropel, reconoce a los establecimientos que abanderan la sostenibilidad y un lujo sosegado y tranquilo. Hay dos que encajan a la perfección en nuestro artículo de hoy. Uno es Relais & Châteaux Molino de Alcuneza, en las afueras de
Sigüenza (Guadalajara). En plena España vaciada, es regentado por Samuel y Blanca Moreno. Estos dos hermanos continúan, por todo lo alto, con el proyecto familiar. Fueron sus padres los que, en 1992, adquirieron un molino de piedra del siglo XV que convirtieron en un coqueto hotel boutique de 17 habitaciones. Hoy tienen, incluso, una estrella Michelin gracias buen
hacer de Samuel en cocina y, sobre todo, en lo tocante a las masas, pues es un genio de la panadería con harinas artesanas y ecológicas. Ambos hermanos se han convertido en abanderados de la economía circular y del producto de proximidad, que les suministran los productores del entorno y que ellos sitúan en el eje vertebral de su estilo culinario.

El otro enclave elegido es Relais & Châteaux La Torre del Visco. Se encuentra en el corazón de la comarca de Matarranya, en Teruel. Su restaurante, El Visco, acaba de recibir su primera Estrella Verde Michelin gracias a su filosofía de respeto a la naturaleza y sus ritmos. Rubén Catalán, el cocinero que ahora lleva las riendas, aboga por la sostenibilidad y por el empleo de ingredientes de proximidad, la mayoría procedentes de la finca que rodea esta impresionante masía; los productos de su propia huerta se combinan con carnes de razas autóctonas y pescados del delta del Ebro para ofrecer una experiencia que cambia a diario, y que se materializa en dos menús gastronómicos. El pequeño hotel es una oda a la buena vida y se
ubica en una masía (la torre que da nombre al hotel data de 1449) que adquirió la británica Jemma Markham hace treinta años. Junto a su marido Piers, dejaron Madrid y crearon, juntos, este retiro de paz y romanticismo en una tierra realmente bendecida por la naturaleza. Pocos sitios están mejor concebidos para desconectar, disfrutar de la gastronomía y holgazanear entre montañas.